Organización profesional acerca a los jóvenes al mercado laboral
Espro promueve la formación e inserción laboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad social a través del socio-aprendizaje
Datos de 2022 de la Subsecretaría de Estadística y Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo y Empleo revelan que 7,1 millones de jóvenes de entre 14 y 24 años ni estudian ni trabajan.
Consciente de los retos a los que se enfrenta esta población, Ensino Social Profissionalizante (Espro) trabaja gratuitamente para insertar en el mercado laboral a jóvenes y adolescentes en situación de vulnerabilidad social a través de sus programas de jóvenes aprendices y de prácticas.
Lupa do Bem visitó Espro el pasado jueves 21. Visitamos las instalaciones de la unidad de Brasilândia, en el norte de São Paulo, y hablamos con estudiantes y profesionales. Los estudiantes recibieron una charla sobre ESG (sostenibilidad ambiental, social y de gobierno corporativo).
Edilson, de 17 años, cuenta que conoció la institución a través de un amigo y que ha ampliado sus horizontes. «Antes de empezar a trabajar, no tenía perspectivas de formarme después de la secundaria. Ahora he encontrado una meta: ciencias contables en la USP».
João, de 19 años, trabaja en una empresa de exportación de gas y dice que la oportunidad le ha ayudado a entender el mundo profesional y lo importante que ha sido para su vida.
Bienestar más allá del lugar de trabajo
En funcionamiento desde hace 46 años, la organización atiende cada año a unos 40.000 jóvenes en 8 sucursales. También cuenta con 55 centros regionales en todo el país, que llegan a 1.067 municipios. También existe la opción de formación a distancia en lugares donde no hay centros físicos.
«A estos jóvenes con dificultades de acceso, les proporcionamos una tableta y un chip con datos móviles», explica Maísa Rigoli, coordinadora educativa de Espro.
Para ayudarles en todo su recorrido, la organización cuenta con un equipo multidisciplinar con un monitor en el aula, un trabajador social, un analista de desarrollo y un psicólogo.
Maísa destaca que la contratación de este colectivo es también una oportunidad de crecimiento para las empresas. «El programa de jóvenes aprendices es una forma de atraer y formar talento. Así que el aprendizaje conlleva un proceso de formación junto con cada actividad».
Explica que los jóvenes atendidos trabajan cuatro días en la empresa y una vez por semana van a Espro para realizar actividades teóricas, que van de 4 a 6 horas, dependiendo de su carga horaria.
En las aulas se abordan contenidos muy variados. «Hablamos de sexualidad, drogas, logística, gestión de personas, medio ambiente y mercado laboral. Hay aprendices de distintas empresas, así que trabajamos contenidos generales, para que tengan la oportunidad de intercambiar, de conocer distintas formas de trabajar, herramientas y recursos. Aporta mucho a este proceso de práctica y teoría».
Además de la formación profesional, Espro también se preocupa por la formación de los ciudadanos. Por eso ofrece talleres de generación de ingresos, visitas domiciliarias para asegurar el bienestar de los jóvenes y sus familias, talleres de convivencia y mapeo de condiciones sociales.
¿Cómo funciona?
Para participar en Espro no es necesario realizar ningún examen, basta con inscribirse en la web de la organización. Una vez realizado, el joven queda disponible en la bolsa de talentos. A medida que surgen oportunidades, la organización envía de 3 a 5 perfiles a la empresa, que realiza la selección.
Sin embargo, es importante recordar que para ser joven aprendiz hay que tener entre 14 y 24 años y estar estudiando o haber terminado ya el bachillerato.
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