Proyecto “Arte Ocupa” en Manaus difundió el arte en la periferia de la capital
Discutindo qual o verdadeiro espaço da arte com papéis e tintas nas praças, o projeto atraiu os olhares das crianças e dos pais
Crédito: Divulgación
Por: Alicia Lobato – Lupa do Bem / Favela em Pauta
Creado en 2021, en el barrio de Petrópolis, al sur de Manaus, el proyecto partió de una premisa simple: llevar material de pintura a las plazas de los barrios e involucrar a las personas allí presentes. Sin embargo, lo que no esperaba el grupo era que conquistaría a un público específico y muy creativo: los niños.
De la inquietud con la universidad al deseo de ver el arte más allá de las aulas, así nació Arte Ocupa. El proyecto, que tiene tres organizadores, Sarah Campelo, Anderson Souza y Marcelo Rufi, todos residentes de los barrios periféricos de Manaus, Amazonas, comenzó solo como una forma de ocupar espacios de la capital con arte contemporáneo, pero después de un año se consolidó. como una organización que ha contribuido a la educación de niños y adultos en los barrios de la ciudad.
Con la presencia de los niños, los padres también comenzaron a interesarse por el proyecto. De esta forma, el colectivo se fortaleció y asentó en el barrio de una de sus creadoras, Sarah Campelo, estudiante de artes visuales de la Universidad Federal de Amazonas. Para Sarah, la aceptación del proyecto y la presencia de los niños fue una sorpresa:
“Era orgánico, cogíamos papel y los niños pintaban. Hay una grandiosidad alrededor, es un momento en que los niños se divierten, se sienten importantes, creativos”. La alumna dice que no esperaba que Arte Ocupa creciera tanto en ese año y que no buscaban reconocimiento, “solo queríamos hacer arte, sin limitaciones dentro de la universidad y ahora hay colectivos que quieren trabajar con nosotros, gente”.
De la escasez, Arte Ocupa marca la diferencia en la periferia
La falta de actividades al aire libre para niños en la periferia de la capital fue una de las razones por las que el proyecto se convirtió en un atractivo en el barrio. Y con el crecimiento, también hubo la necesidad de fortalecer el colectivo, buscando también orientar otros temas junto con los niños, ya sea utilizando material reciclable o sugiriendo temas como el medio ambiente para que expresen lo que entienden sobre el tema a través de dibujos.
Según otro miembro del colectivo, Anderson, el espacio se ha convertido en un entorno donde los niños se sienten libres no solo para jugar, sino también para hacer preguntas, aprender y enseñar. Y agrega: “Trajo una diferencia para el barrio, el niño juega, está jugando a la pelota, cuando se incluye algo diferente como eso, lo que es normal para ellos cambia y se conectan más entre sí. Los padres también se conocieron y se expresan más”.
Anderson se unió al proyecto después de que ya había comenzado. Dice que conoció al colectivo en la universidad, y enseguida surgió el interés: “lo que me llamó la atención fue que se tomaban el tiempo de ir a la plaza donde solían ir los niños, y brindarles un lugar donde pudieran divertirse. La experiencia de cada uno es muy diferente a la de los demás, por eso es importante valorar la forma de pensar y tener un lugar donde puedan ir a aprender sobre arte”.
Con la alta demanda de actividades, el evento que no tenía una fecha determinada comenzó a planificarse para realizarse mensualmente. Con este reconocimiento surgieron también otras oportunidades. En junio, el colectivo estuvo presente en un evento en la zona este de la ciudad, llevando el tema “medio ambiente” a la periferia. Allí, el proyecto logró atraer la atención de los niños y, rápidamente, los adultos también mostraron interés en llevar Arte Ocupa a sus barrios.
Para Marcelo Ruffi, uno de los creadores de las acciones, la escena del arte en Manaus sufre por la ausencia de proyectos en el campo de las artes y otras actividades que puedan cambiar la realidad periférica.
“La comunidad hace lo que puede de forma natural, tratando de hacer lo mejor posible ante la adversidad y tratando de que suceda. Toda iniciativa debe ser celebrada. Veo que el gobierno local sigue pegando sus políticas públicas al centro de la ciudad o a zonas donde hay un gran atractivo de visibilidad, dejando barrios enteros sin opciones de ocio”. Marcelo recuerda una frase de la maestra Rita André: “Se necesita un pueblo para educar a un niño”. Para los estudiantes de artes visuales, los educadores y los artistas son solo un extremo de este proceso, que debe incluir más actores.
El arte como trabajo: Los integrantes necesitan viabilizar el mantenimiento del proyecto
En Petrópolis, el público principal son los hijos de los comerciantes que trabajan en la plaza. Sarah observó el proyecto, entonces, como una contraparte del espacio donde viven: “empezamos a tener conversaciones sobre cómo nos moldea el espacio donde vivimos, y pensamos en esta falta de proyectos artísticos en la periferia”. Hoy, los propios padres le envían mensajes preguntándole cuándo será la próxima acción colectiva.
Para Sarah, su principal sueño para el proyecto es que también se convierta en la forma de trabajar del equipo. Hoy, el material utilizado en las actividades se compra con dinero de los propios integrantes, pero explica que las acciones también han recibido donaciones de admiradores del proyecto, quienes aportan tinta y papel.
Agrega Marcelo, hablando un poco sobre el deseo de expandirse: “Veo el proyecto en otros espacios y con nuevos públicos, que ahora tienen la experiencia de Arte Ocupa. Y, quién sabe, hasta un estudio con espacio físico para que podamos producir, exhibir y almacenar nuestras producciones”. termina
Sigue a Arte Ocupa en Instagram
El proyecto Arte Ocupa concentra su presencia en las redes a través de instagram, donde es posible conocer más al colectivo y seguir el trabajo: @arteocupa